Hace hoy un mes desde que volvimos de hacer el Camino de Santiago... y todavía tengo grabadas imágenes y sensaciones en mi retina y en mi corazón...
La tercera etapa, desde Vilalba a Baamonde, marcó el punto de inflexión físico... al llegar no podía casi ni mover las piernas... los gemelos se transformaron en cuatrillizos y si algo sentía era dolor en cada paso...
Todos los que ya conocían la etapa nos insistían en que después de comer fuéramos a bañarnos a la playa fluvial que hay muy cerca del pueblo. Pero mis gemelos ganaron la batalla y tras la comida... cayó una muy buena siesta.
Al despertar, tanta gente llegaba alucinada con la playa fluvial, que aunque casi no nos quedaba tiempo, ni podía dar grandes pasos, fuimos por lo menos a verla. El sitio es impresionante, y el frescor del agua alivió mis dolores. Así que me arrepentí de no haber pasado más tiempo allí.
Tanto nos impresionó el lugar que decidimos hacer hacer allí la reflexión - catequesis de los grupos y luego la oración de la Tarde-Noche. Y ahora si que llego a la foto y a la canción...
La foto recoge ese momento de oración - interiorización en el que nos dejamos llevar por nuestros sentimientos. Era impresionante ver a más de 60 personas tumbadas en la hierba, SINTIENDO y dando gracias a Dios por tan maravillosa y sensorial experiencia.
El colofón de la oración fue la canción con la que acompaño la foto: SENTIR de Luz Casal que nos recuerda que hay alguien que siempre cree en tí cada mañana. Te dejo la letra al completo...
Abre la puerta, no digas nada, deja que entre el sol.
Deja de lado los contratiempos, tanta fatalidad.
Porque creo en ti cada mañana
Aunque a veces tú no creas nada
Abre tus alas al pensamiento, y déjate llevar
Vive y disfruta cada momento con toda intensidad
Porque creo en ti cada mañana
Aunque a veces tú no creas nada
Sentir
Que aún queda tiempo para intentarlo
Para cambiar tu destino
Y tú
Que vives tan ajeno, nunca ves más allá
De un duro y largo invierno
Abre tus ojos a otras miradas anchas como la mar
Rompe silencios y barricadas, cambia la realidad
Porque creo en ti cada mañana
Aunque a veces tú no creas nada
Sentir
Que aún queda tiempo para intentarlo
Para cambiar tu destino
Y tú
Que vives tan ajeno, nunca ves más allá
De un duro y largo invierno
Abre la puerta, No digas nada
La canción y el vídeo originales nos recuerdan a la lucha callada y constante de las madres por sacar adelante a sus hijos, animándoles a que no paren de luchar por conseguir sus metas, por muy frio que parezca el invierno.
Podemos hacer extensible la reflexión al amor que Dios (padre-madre) nos tiene y a las múltiples oportunidades para ser felices que nos ofrece, aunque nosotros a veces, no creamos nada... Es cuestión de abrir la puerta, y no decir nada... tan solo abre la puerta.
Te dejo el vídeo y te deseo una buena y feliz semana.