Rozando la eternidad...

Rozando la eternidad...

La foto de hoy es de las que hicimos este verano en Atenas... en concreto en un lugar que tendría que haber sido casi el paraíso... en la Acrópolis, donde habitaban los Dioses...

Os muestro un resto de alguna columna y al fondo la ciudad de Atenas, a la que te recomiendo que te escapes (si puedes) evitando los meses de verano... creo que todavía sudo de pensarlo...

Una canción de pocas palabras... pero con mucho mensaje... a mi me suena (y me recuerda) a cuando sabes que te tienes que marchar y dejar a alguien después de haber estado juntos compartiendo algún momento inolvidable... como rozando la eternidad... como ente dioses griegos... ¡que duras son las despedidas!

Sobre el grupo, no te voy a contar más de mis añorados DuncanDhu... y de su música poniendo banda sonora a mi adolescencia y primera juventud... Mikel y Diego ocupaban muchas cintas de cassette en mi cuarto... Hoy te dejo el vídeo de esta canción en el concierto del Teatro Victoria Eugenia... ¡¡Quién hubiera estado allí!!

No, no, no, no, no, no, no, no,
no digas más, no digas más.
No, no, no, no, no, no, no, no,
no llores más, no llores más.
No, no, no, no, no, no, no, no,
que no soy yo por quien llorar.
No, no, no, no, no, no, no, no,
me dormiré, me dormiré.
Las botas en el suelo me esperan ya.

No, no, no, no, no, no, no, no,
seis horas para amanecer.
No, no, no, no, no, no, no, no,
acuéstate, que yo ahora iré.
Tendrás después del alba que amar sin mí.

Tratando de no pensar,
tragándome la verdad,
seis horas para marchar,
mirándote una vez más.

No, no, no, no, no, no, no, no,
la brisa aquí no huele igual.
No, no, no, no, no, no, no, no,
no hay nadie aquí, quien abrazar.
El miedo vive dentro del pantalón.

Rozando la eternidad
en vuelos a ras del mar,
negando la realidad
para poderlo contar.

Rozando la eternidad
en vuelos a ras del mar,
abejas cerca de aquí
están tirando a matar.