Frase del día...

No permitido

22 oct 2010

El canto del gallo

Ya cantó como el gallo de pasión...

Esta foto la tomamos en Tavira, el pasado mes de mayo... Como casi toda Portugal... azoteas plagadas de gallos... en honor al célebre Gallo de Barcelos... cuya historia no se si conoces...

Leyenda del Gallo de Barcelos:

Cuenta la historia de un peregrino gallego que salía de Barcelos (ciudad portuguesa del distrito de Braga) camino de Santiago de Compostela, y que fue acusado de haber robado la plata a un terrateniente, por lo que fue condenado a la horca. 

Como última voluntad, pidió ser llevado por última vez ante el juez, que se encontraba comiendo un pollo (un gallo) asado. El peregrino le dijo que, como prueba de su inocencia, el gallo se levantaría y se pondría a cantar. El juez echó el plato para un lado e ignoró las palabras del hombre.

Sin embargo, en el preciso momento en que el preso estaba siendo ahorcado, el gallo se levantó y cantó. El juez, habiéndose dado cuenta de su error, echó a correr hacia la horca y descubrió que el gallego se había salvado gracias a un nudo mal hecho.
Según la leyenda, el gallego volvió años más tarde para esculpir el crucero del Señor del Gallo que ahora se encuentra en el Museo Arqueológico de Barcelos.


La canción que mejor puede ilustrar este episodio, no podía ser otra que "El canto del gallo" de Radio Futura... Me he vuelto loco buscando en video la versión que de esta maravillosa y costumbrista canción hiciera no hace demasiado Raimundo Amador para el disco "Arde la calle" un tributo a Radio Futura... y que me chifla... lo que le faltaba a la historia de la fiesta de este pueblo era el sonido de una guitarra flamenca... si puedes buscártelo... es un disco recomendable, al menos para los que añoramos tiempos pasados...


Te vas a "conformar" con otra versión "rara" del tema... El propio Santiago Auseráon en compañía de una orquesta de Jazz... al menos... original... Espero que te guste... y buen fin de semana!!!


El jaleo de los días de feria ya se oía a un kilometro del pueblo
y un extraño acento en el hablar de los que halló por el camino.
Un coro de muchachas y una vieja levantándose las faldas al bailar
y un jovencito de broma peligrosa haciendo gala del orgullo local.
De los que dan dinero por la noche para que nunca termine su canción 
para que sude el músico ambulante su condición de vagabundo.

Es ya la hora del aperitivo y todavía no funciona el tiovivo
el músico buscó la acera en sombra y la ventana donde olía a flor.
Tenga esta rosa blanca, señorita, a cambio de su negro pensamiento 
¿por qué motivo temblaron sus labios,
vio en sus ojos el fondo de un volcán?.

Y mientras tanto corría la sangre en la plaza, como un vino común
y las plumas de los gallos por el aire volaban aun.
Quítese usted de en medio forastero que ya no quedan señoritas en el bar ya cantó como el gallo de pasión pero esta es mi canción y el baile va a empezar.

El músico ambulante se agarró del vaso y sintió que flotaba en la luz artificial apuró el trago de madrugada un borracho imitaba el canto del gallo.

Se deslizó por una callejuela antes de que empezase a clarear
y al pasar por la ventana enrejada suavecito empezó a silbar.
Pero nadie conocía la tonada que era inventada para la ocasión
y se fue por el camino a contemplar los desvelos de las ultimas sombras.

Y caminando iba pensando que ganar siempre es tentar a la otra cara de la suerte
y que por eso te hacen daño los huesos cuando golpeas fuerte.
Y así se fue chasqueando los dientes en memoria de algún actor
cuyo nombre se ha perdido y que hacía de bandido

Y sintió la alegría del olvido y al andar descubrió la maravilla
del sonido de sus propios pasos en la gravilla...

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