El sitio de mi recreo...

¿Dónde nos llevó la imaginación?

Vuelvo a mirar a los niños, y os rescato a esta amiguita... que fotografié hace tiempo... ya es casi una mozuela... Y rescato una foto con niños porque también llevaba tiempo queriendo poner esta canción de Antonio Vega... que da para mucho porque la letra es de las que aparentemente no dicen nada trascendental pero en el fondo, tienen unas raíces profundas... Yo, como siempre, te escribo lo que pienso...

Me quedo con el principio de la canción... con el recorrido que somos capaces de hacer por donde queramos gracias a nuestra imaginación... Sitio que visitamos y que han marcado un hueco en nuestros recuerdos, o la sensación de la persona amada acariciando nuestro pelo... incluso los momentos de "nieve, huracán y abismos"...

Creo que son motivos más que suficientes para que siga teniendo envidia (de la sana...) a los niños, para que siga queriendo ser uno de ellos... Los adultos vamos olvidando la capacidad de imaginar y nos acostumbramos a los aceleros de la realidad y del día a día... a saber que pasaba por la cabecita de esta chiquitina cuando daba saltos junto al lobo...

El vídeo que he elegido para compartir con vosotros esta canción, no es el original (como viene siendo habitual en mi...) sino que lo he sacado de la versión que de este gran tema hizo Rosario Flores en su último disco, que además en el concierto de presentación del mismo interpretó junto a su amigo Antonio Carmona... por algún lado tenía que salir tanto arte en ese escenario... Espero que te guste... y que a los más fieles seguidores de Antonio Vega no les moleste...

Donde nos llevó la imaginación,

donde con los ojos cerrados se divisan infinitos campos.

Donde se creó la primera luz
junto a la semilla de cielo azul, volveré a ese lugar donde nací.

De sol, espiga y deseo son sus manos en mi pelo,
de nieve, huracán y abismos, el sitio de mi recreo.

Viento que a su murmullo parece hablar
mueve el mundo con gracia, la ves bailar y con él, el escenario de mi hogar.

Mar, bandeja de plata, mar infernal
es su temperamento natural, poco o nada cuesta ser uno más.

De sol, espiga y deseo...  

Silencio, brisa y cordura dan aliento a mi locura,
hay nieve, hay fuego, hay deseo, ahí donde me recreo.